Desde siempre, tanto hombres como mujeres han adornado su
ropa o peinados con plumas, telas... De hecho, en Egipto se usaban los tocados en todas las clases sociales. Por ejemplo, recordemos las tiaras que se ponían los faraones. Asimismo, en Grecia y Roma también se utilizaron los tocados y
diademas en los recogidos.
En la Edad Media proliferan los tocados, pero con un carácter religioso. En los siglos XVI y XVII comienza una nueva etapa en el mundo de los
tocados. Aparecen las redecillas y cofias. Francia implanta la moda de las pelucas y los tocados se convierten en algo señorial. De esta manera, aparecen nuevos materiales para tocados como las plumas, los encajes...
En el siglo XVIII se creó tendencia en España del tocado con trenzas y de los sombreros con plumas.
Con la primera
guerra mundial, se volvió todo más moderado. Las mujeres usaban sólo lo necesario.
Con el final de la guerra, llegan los años veinte. Una época en las que se ven sobre todo plumas o perlas.
En los años 30, Chanel impuso la moda de los sombreros con los canotiers o las boinas.
En los cuarenta y cincuenta, se extiende el uso de los
tocados como complemento de conjuntos de ropa de mujeres con cinturas muy
marcadas.
En los sesenta, Jackeline
Kennedy hizo del sombrero pill-box todo un modelo de elegancia.
Con el movimiento hippie, se utilizaban más las cintas y los sombreros de paja.
En los ochenta y noventa los tocados pasan de moda y vuelven con mucha fuerza en la actualidad.
Más información:
No hay comentarios:
Publicar un comentario