El corazón tiene el tamaño de tu puño y un peso de casi trescientos gramos. Este órgano posee un gran cometido. Late cien mil veces al
día.
En primer lugar, la sangre llega a nuestra aorta, de allí continúa de la
cabeza a los pies, mediante redes vasculares de diferentes tamaños, hasta entrar en organismos más pequeños.
Si los vasos sanguíneos estuvieran limpios y sin nada que obstaculizara el camino a la sangre,
nuestro corazón podría hacer su trabajo durante 120 años o más.
Pero si en una de las arterias coronarias hay una
trombosis o se genera una obstrucción en el músculo del corazón, se originaría el
infarto. Actualmente, las enfermedades cardiovasculares continúan siendo una de las causas de muerte más habituales.
Normalmente, el llevar una vida poco equilibrada favorece a que se produzca un infarto. El sobrepeso, fumar, tomar alcohol habitualmente, tener unos niveles altos de colesterol malo, tener
la vitamina C reactiva alta, la falta de vitamina B 6-, B 12-, además de la carencia de ácido fólico, una vida sedentaria o un rendimiento
excesivo en el deporte o en la rutina diaria, tener la presión arterial
alta y un estrés continuo son factores de riesgo que
pueden conllevar a inflamaciones en las paredes vasculares que son las
responsables del origen de la preocupante arteriosclerosis (Alteración vascular que se caracteriza por el endurecimiento, el
aumento del grosor y la pérdida de elasticidad de las paredes
arteriales). Habría que fortalecer más el músculo del corazón.
Para prevenir, podemos reducir el volumen de la cintura, si es hombre a un máximo
de 102 centímetros, y si es mujer a 88 centímetros. Podemos entrenar nuestro corazón
de forma moderada por lo menos tres veces a la semana. Intenta terminar con focos de inflamación. Toma micro sustancias nutritivas como
las vitaminas C y E.
El potasio y el magnesio favorecen el suministro de oxígeno en el corazón, contribuyen a reducir la tensión y mejoran los trastornos
del ritmo cardíaco. La L-carnitina, de Scitec o Puritans Pride, nutre al corazón.
La deficiencia de carnitina conlleva a una menor producción de energía y al aumento de tejido adiposo (grasa). La L-carnitina ayuda a quitar grasas para conseguir energía. De esta manera, incrementa el rendimiento físico, disminuyendo la grasa e incrementando la masa muscular. Esta característica es la más atrayente para deportistas y culturistas.
La deficiencia de carnitina conlleva a una menor producción de energía y al aumento de tejido adiposo (grasa). La L-carnitina ayuda a quitar grasas para conseguir energía. De esta manera, incrementa el rendimiento físico, disminuyendo la grasa e incrementando la masa muscular. Esta característica es la más atrayente para deportistas y culturistas.