Todas las personas que trabajan en una cocina deben de uniformarse con unos equipos mínimos para cumplir con la ley de higiene y sanidad. A pesar de ello,
hay que añadir que dentro de esta ropa de trabajo, hay algunas distinciones a la hora de vestir del trabajador que con el tiempo van desapareciendo y que están permitiendo dar una mayor independencia a la hora de elegir el uniforme de hostelería que quieran llevar. Saben que hay que cumplir con una serie de normas y es lo que hacen.
Anteriormente en las cocinas, sólo el jefe de cocina podía llevar su nombre bordado en las chaquetillas. Actualmente, los empleados pueden ponerse su nombre o vestir la chaquetilla que deseen. Sin embargo, hay muchos establecimientos que te dan los uniformes y en los que únicamente los
chefs llevan su nombre bordado, de esta manera marcan como una distinción.
Por otro lado, el chef es el único que lleva el mandil largo, blanco y limpio. Si por casualidad se le manchara,
debe sustituirlo para tener buena presencia ante los clientes. Los cocineros pueden utilizar
delantales de peto y de color negro, si quieren.
Otro aspecto que va cambiando es el uso del gorro. Pueden utilizar gorros de usar y tirar o bajos y de tela. Ya no suelen llevarse los gorros altos. Hay muchos establecimientos que sí lo siguen utilizando para diferenciar al chef del resto.
Actualmente se puede encontrar gran variedad en este tipo de uniformes: colores, moda, estilos...
Siempre a principio de cada curso surge el mismo debate entorno a los uniformes escolares.
Los estudiantes de colegios privados y públicos reprochan el tener que ponerse un uniforme escolar. Objetan que desean poder llevar la ropa que ellos quieren, e incluso algunos manifiestan que es una manera de poder mostrar su forma de ser.
Por otro lado, muchos padres
optan a que se pongan el uniforme, ya que así ahorran en ropa y no hay discusiones en cuanto a vestir de una manera o de otra. Asimismo, ciertos padres y directores de colegios ven una forma de que no exista competencia en relación a las marcas.
Todo ello surge con la polémica de los uniformes escolares. Pero existe más: los estudiantes, sobre todo adolescentes, quieren imponer el criterio que ven en su círculo de amistades o en la propia televisión.
Los uniformes, ya sean uniformes de hostelería, uniformes de peluquería, médicos... Sirven para diferenciarse del resto.
Deberíamos plantearnos si las propias tiendas de ropa no nos incitan a llevar un "uniforme" como el que ellos quieren vender.