A partir de Diciembre de 2014, los establecimientos relacionados con servicios de
comidas, deberán comunicar los alérgenos que incluyen sus platos.
Para ayudar a todas las personas alérgicas e intolerantes, la comunidad europea ha fijado que se informe de lo alérgenos
que contienen los alimentos tanto envasados como los que no lo están. Esto tendrá que establecerse a todos los niveles, es decir, los establecimientos con servicios de comida, deberán saber qué ingredientes componen sus platos para establecer los alérgenos y sustancias que provocan
intolerancias, además de fijar un sistema que impida que unos alimentos contaminen a otros.
El método utilizado hasta hoy de mostrar la frase “Puede contener trazas de…” no será admitido, ya que provocaría una consecuencia opuesta a la que se quiere. El exceso de dicha frase nombrando después
todos los alérgenos que hay que declarar es una costumbre muy común, y se realiza para preservar al que
produce el alimento de cualquier reclamación. Esto provocaría un efecto negativo en los alérgicos, debido a que acotaría la gama de
alimentos que pueden comer de una manera injustificada.
De esta manera, se hace imprescindible un plan de control de alérgenos: formación, sistema de almacenamiento, conocimiento de nuestros proveedores...
Siempre a principio de cada curso surge el mismo debate entorno a los uniformes escolares.
Los estudiantes de colegios privados y públicos reprochan el tener que ponerse un uniforme escolar. Objetan que desean poder llevar la ropa que ellos quieren, e incluso algunos manifiestan que es una manera de poder mostrar su forma de ser.
Por otro lado, muchos padres
optan a que se pongan el uniforme, ya que así ahorran en ropa y no hay discusiones en cuanto a vestir de una manera o de otra. Asimismo, ciertos padres y directores de colegios ven una forma de que no exista competencia en relación a las marcas.
Todo ello surge con la polémica de los uniformes escolares. Pero existe más: los estudiantes, sobre todo adolescentes, quieren imponer el criterio que ven en su círculo de amistades o en la propia televisión.
Los uniformes, ya sean uniformes de hostelería, uniformes de peluquería, médicos... Sirven para diferenciarse del resto.
Deberíamos plantearnos si las propias tiendas de ropa no nos incitan a llevar un "uniforme" como el que ellos quieren vender.